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El equipo periodístico del programa multiplataforma Talara TV Noticias conformado por Franklin León Requena y Marlene Carazas Medina fue víctima de abuso policial, detención y vejaciones por cubrir una protesta vecinal contra el tráfico de terrenos en el distrito La Brea, provincia Talara (Piura).
Según relató León Requena a la Oficina de los Derechos Humanos de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, el viernes 2 de setiembre alrededor de la 1:30 de la tarde se acercaron a la localidad Negritos, capital del distrito La Brea, a 15 minutos de la ciudad de Talara. León y Carazas se dirigieron al lugar luego de recibir la llamada de los vecinos de Negritos, quienes realizaban una protesta contra el tráfico de terrenos. El periodista explica que en esta zona hay reiteradas denuncias por tráfico de terrenos y se presume la existencia de una posible mafia en la que estarían involucradas autoridades ediles del municipio distrital, agentes policiales y terceros.
La protesta se realizaba en un terreno que es propiedad de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales. Los vecinos se habían acomodado en la entrada al mismo. Franklin León comienza a transmitir en vivo por el Facebook Live de la multiplataforma mientras Marlene Carazas inicia el registro fotográfico con su equipo celular.
El periodista recoge declaraciones de los vecinos para luego acercarse al chofer de un camión que se encontraba en la zona de la protesta esperando ingresar al terreno en disputa, para indagar sobre quién había enviado dicha unidad. Sin brindar mayor detalle, el chofer retira el vehículo. Mientras tanto, explica León, los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) comenzaban a dispersar a los vecinos para el ingreso del camión.
En ese momento, se presenta ante el reportero un hombre que se identifica como el abogado señalando que viene de parte de una empresa que sería propietaria del terreno, presentando sus credenciales. León Requena comienza a entrevistarlo y le consulta por el proceso y la posesión del terreno en conflicto.
Mientras iba respondiendo a las preguntas se aproxima un vehículo de serenazgo al que se acercan un sereno y agente policial para recoger unos documentos que luego le alcanzan al abogado. Esto fue alertado por el periodista y los vecinos presentes.
El abogado presenta documentos del legajo que acababan de facilitarle, mostrando algunos que enardecieron a los vecinos, quienes comenzaron a gritar sus reclamos. En este interín, León observa que su compañera estaba siendo hostigada por algunos efectivos que la rodearon.
Según explicó el periodista, Marlene Carazas era confrontada por agentes policiales que le exigían identificarse y explicar qué hacía en ese lugar. Cuando se acerca Franklin León le dice que les facilite su DNI, ante lo que ella procede a entregarle el documento a uno de los agentes.
Un agente señala que se quiere llevar el documento a la comisaría, generando como reacción inmediata que la fotoperiodista le arrebate el DNI para señalar que no se lo puede llevar.
Sobre ello, Franklin León señala que la población les había informado con anterioridad que los efectivos policiales suelen pedir el DNI a todas las personas para luego expresarles: “estás fichado”. Explica que este sería el modus operandi para realizar presuntos actos de corrupción sostenidos en las hipótesis que plantean la existencia de una red de tráfico de terrenos y cobro de coimas a vehículos. Esta habría sido la razón por la que la reportera gráfica se opuso a que se llevaran su DNI.
Ante esto, los agentes comienzan a hacer la misma solicitud al reportero, quien había comenzado a reclamar que dejen de hostigar a su compañera de labores. En este interín comienza una acalorada discusión entre los agentes policiales y el equipo periodístico que escala cuando León Requena cae al piso y su cuello es rodeado por el brazo de un agente policial que comienza a hacerle presión en esta zona.
Marlene Carazas comienza a reclamar para que liberen a su compañero, puesto que por padecer un cuadro de diabetes su salud es frágil. Los vecinos se sumaron a los reclamos hasta que liberan al periodista al borde de la asfixia. En ese momento es socorrido por la reportera gráfica y algunos vecinos que ayudaron a estabilizarlo.
Terminado ello Franklin León y Marlene Carazas son llevados en un carro de serenazgo hasta la Comisaría de Negritos La Brea donde realizaron el control de identidad y les indicaron que se quedarían detenidos por violencia, resistencia y desobediencia a la autoridad.
Franklin León es llevado al calabozo de la comisaría mientras que a Marlene Carazas, excusándose en que la celda no estaba acondicionada, la sentaron en la silla de un salón donde realizaban interrogatorios. El reportero explicó que durante el desarrollo de un trámite uno de los agentes policiales expresó que “les debiéramos dar 48 horas”. Esa noche, la reportera gráfica fue enmarrocada y durmió sentada al costado de una ventana.
A la mañana del día siguiente, sábado 3 de setiembre, los hombres y mujeres de prensa de diferentes medios de Talara se dirigieron a los exteriores de la comisaría para reportar el abuso de autoridad y exigir la presencia del fiscal de turno, ya que no eran liberados por no rendir su declaración ante esta autoridad.
Franklin León indica que la fiscal de turno llamó a la comisaría para señalar que se acercaría a las 3 de la tarde de ese día para la toma de declaración y subsecuente liberación del equipo periodístico, sin embargo, la diligencia fue realizada de forma virtual, concretando la liberación de León y Carazas horas más tarde.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú – ANP expresa su plena solidaridad al equipo periodístico del programa multiplataforma Talara TV, que ha sido víctima de abuso de autoridad por agentes policiales, agresión física, detención y vejación.
Desde la ANP hacemos un llamado urgente para que el Ministerio Público e Inspectoría de la Policía actúen de oficio y de forma inmediata para identificar a cada agente responsable de la agresión a Franklin León Requena y Marlene Carazas Medina. Asimismo, recuerda que hacer que una persona pase la noche enmarrocada y sentada en una silla junto a una ventana es una vulneración a derechos humanos fundamentales.
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