Mora Pinto refiere que lleva trabajando en dicho nosocomio desde el 2014, cuando ingresó como personal CAS. En el 2016 su contrato fue modificado para que, desde esa renovación, cumpliera como funciones de especialista en comunicación, en el área de comunicaciones y telecomunicaciones – circuito cerrado.
Cuando inició la emergencia por pandemia, y ante el recorte de personal que aplicó la entidad, la periodista comenzó a brindar apoyo de forma excepcional cumpliendo otras funciones que no estaban contempladas en su contrato, en áreas diferentes a la que le correspondían, esto con la anuencia del nosocomio. Desde ese momento, la labor convenida que le era encomendada mayormente correspondía a la atención telefónica al público.
Según explica, alrededor de la quincena de mayo último, la Dirección del Hospital de Ventanilla comenzó a cuestionarle por reclamos que llegaban de atención al público. Asimismo, por ese mismo periodo, la periodista comienza a denunciar la pérdida de los útiles de trabajo que le brindaba el hospital.
Mora Pinto explicó que el ambiente laboral se volvió tan hostil que, además de incrementar notoriamente la frecuencia de supervisiones, tomó conocimiento informalmente de que le revisaban, incluso, el tacho de basura para encontrar documentos que puedan comprometerla en actos irregulares.
La periodista relata que en la primera semana de junio estaba por desechar una hoja de papel que, según declaró, contenía anotaciones personales, sin embargo, considerando el antecedente mencionado, explica que prefirió romperlo y salir al pasillo a quemarlo.
Este hecho generó que sus supervisores presentaran queja ante el director, que bajó en ese instante y, luego de una acalorada discusión, la amenazó con abrirle Proceso Administrativo Disciplinario.
La periodista afirma haberse enterado que Dirección del hospital -por intermedio de la jefatura de estadística e informática, telecomunicaciones y archivo- requirió al encargado del área de archivo un informe en su contra ese mismo día.
Pocos días después del hecho, Rosa Mora observa en el rol de personal, que colocan en su periódico mural, que estaba siendo cambiada al Área de Gestión de Calidad, información que recibe con sorpresa puesto que no había sido notificada al respecto.
A partir de esto, el 10 de junio la periodista ingresó un documento exigiendo el cese de la hostilidad laboral de la que viene siendo víctima. Días después, el 14 de junio, el jefe de personal se apersonó con un efectivo policial para retirar a la trabajadora del espacio físico que ocupaba, sin embargo, ella señaló que se encontraba en proceso de reclamo por esa acción, por lo que no se pudo concretar su traslado ese día.
Posteriormente, el 20 de junio, se acercó nuevamente el jefe de personal junto a la jefa de área para llevarse los equipos de trabajo, ante lo que Mora Pinto reclama y se resiste a ello. Los funcionarios expresan que se trata de bienes del hospital, recibiendo como respuesta de la trabajadora que “los bienes son del hospital, pero yo soy la encargada y responsable de esos bienes”.
A la fecha, la Unidad de Administración del hospital ha enviado documentos insistiendo en la rotación al Área de Gestión de Calidad, señalando que “a la fecha no se presenta al área en mención”.
El Sindicato Unificado de Trabajadores del Hospital de Ventanilla Callao – SUTRAHV ha cursado comunicación solidarizándose con la periodista y exigiendo el cese del trato hostil.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú cursó comunicación formal al Director General del Hospital de Ventanilla el 15 de junio expresando su preocupación por estos actos. El hospital, el 20 de junio respondió por escrito, que “respetar las normas no obliga a mantener en un puesto laboral a quien por sus propias acciones ha motivado la decisión tomada en el hospital”.
Rosa Mora Pinto explica que este no es el único caso en que el Hospital de Ventanilla tendría actuaciones hostiles en contra de sus trabajadores, especialmente quienes están sindicalizados, puesto que anteriormente habrían aplicado las mismas prácticas con otros compañeros de labores, sobredimensionando algunos hechos a fin de encontrar argumentos que sirvan para iniciar procesos administrativos disciplinarios. Asimismo, señala que esto también vendría porque desde el sindicato han denunciado algunas irregularidades como fiestas covid, falta de pagos de AFP, entre otros.