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La Asociación Nacional de Periodistas del Perú, la ANP, cumple 96 años con la vitalidad propia de una organización que se ha mantenido en pie con una mística y predicamento particular. Desde su nacimiento, en 1928, la ANP se proyectaba como una institución realmente representativa de las y los obreros de la pluma. Un gremio valiente y consecuente, que ha sabido labrar su propio camino reivindicando los derechos de los trabajadores y trabajadoras periodistas y el ejercicio pleno de una auténtica libertad de expresión.
Estos 96 años encuentran a la ANP con una firme presencia en todo el territorio patrio. En circunstancias en que se pretende, por todos los medios, eclipsar la institucionalidad en el país, nuestras banderas gremiales ondean con pundonor en 121 provincias. La ANP, la gloriosa ANP, en ese contexto, se erige como bastión de la información como derecho del pueblo, de la prensa libre, de la democracia y de la justicia social.
En esta fecha aniversaria recordamos a nuestros fundadores, pero también a los continuadores de esta obra gremial inmortal. A nuestros mártires de ayer y de hoy, a aquellos que perdieron la vida en la búsqueda de la verdad y a quienes hoy entregan su vida, en situaciones de precarización galopante, entendiendo el periodismo, en su real dimensión social, coherente con las necesidades de un pueblo que tiene derecho a saber.
Para una institución como la ANP, afirmar sus cimientos es tarea ineludible. Frente al asedio permanente al periodismo, desde -prácticamente- todos los poderes del Estado, tener una institución que se legitima por su obra es garantía que las arremetidas contra el periodismo no pasarán. El Perú no puede convertirse en tierra fértil para imponer una sociedad de silenciosos ni silenciados.
Que el aniversario de la ANP coincida con el aniversario patrio no es una mera coincidencia. Habla de ese amor al Perú, de ese sentido de peruanidad, de esa conciencia-país de José Carlos Mariátegui, Luis Alberto Sánchez, Hernando Aguirre Gamio, y de esos primeros hombres y mujeres que le dieron vida a esta institución que se ha constituido en un referente para el movimiento organizado de periodistas en el mundo.
Estos 96 años de la ANP, en el marco del bicentenario de la Batalla de Ayacucho, deben significar la reafirmación de la libertad y la autonomía como pilares básicos de la sociedad. Hoy, 200 años después, seguimos reivindicando la independencia de un país que pretende ser capturado por las mafias, de una nación que buscan agazapar ante el poder de los que más tienen.
Este 21 de julio, la dirigencia nacional quiere rendir especial homenaje a todos aquellos anepistas que saben llevar con honor nuestros colores, que tienen principios firmes, que son incapaces de alquilar o vender su pluma, a aquellos que con nobleza y decencia siguen haciendo camino en una actividad que tenemos el deber de dignificar todos los días.
La ANP, ayer, hoy y siempre, seguirá siendo esa institución de hombres y mujeres de prensa que defenderá las causas sociales, y que promoverá la mejora moral y material de los trabajadores periodistas, un paradigma de unidad, fraternidad y solidaridad.
¡Qué viva la ANP!
21 de julio del 2024
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
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