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Un grupo de periodistas fue impedido de cumplir su labor informativa durante la cobertura de la ceremonia por el 145º aniversario de la Batalla del Alto de la Alianza, este 26 de mayo, en el complejo monumental del mismo nombre, en Tacna.
Según testimonios recogidos por la Oficina de los Derechos Humanos de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), las restricciones a la prensa comenzaron con un proceso de acreditación poco claro: si bien se informó que los periodistas debían inscribirse previamente, no se brindaron mayores detalles sobre el tipo de facilidades que se ofrecerían.
Mientras a algunos se les proporcionó transporte hasta el Campo del Alto de la Alianza —ubicado a 15 minutos de la ciudad—, otros no recibieron información ni apoyo logístico y se trasladaron por su cuenta desde tempranas horas para la ceremonia programada para las 10 de la mañana.
Una vez en el lugar, señalan que dieron trato preferencial al personal de la Oficina de Imagen de la Municipalidad Provincial de Tacna, mientras que se impidió el ingreso a diversos medios locales. La restricción fue ejecutada por personal del Serenazgo de dicha comuna, que bloqueó el acceso al estrado principal.
La periodista Yessica Villalva, del diario Caplina, relató que, pese a haber sido acreditada y contar con credencial, presenció cómo otros colegas fueron excluidos sin justificación clara, incluso tras haber completado el formulario de inscripción.
Los agentes señalaron que fue un tema de aforo, pero no se indicaron los criterios con los que se otorgaron las acreditaciones, ya que excluyeron a algunos periodistas, observando que favoreciendo a medios con posiciones afines a la organización del evento.
Otro momento de tensión ocurrió al finalizar la ceremonia, cuando varios periodistas intentaron regresar a la zona del estrado, luego de entrevistar a la consejera regional Juliana Jungbluth Nieto, quien asistió como representante del gobernador y denunció que se le negó el acceso al estrado de honor, entre otros maltratos.
El personal de Serenazgo y Policía Municipal les impidió el paso alegando “órdenes superiores”, a pesar de que la actividad oficial ya había concluido. Recién, tras la intervención de una trabajadora municipal vinculada al área de comunicaciones se permitió el ingreso de los comunicadores.
Uno de los periodistas maltratados fue José María Gómez Rumiche, quien tuvo un incidente con el alcalde de Tacna, Pascual Güisa Bravo, mientras se retiraba.
Cuando el periodista le preguntó por el maltrato hacia la consejera y por las restricciones, incluyendo la exclusión del equipo de prensa del Gobierno Regional, el burgomaestre arremetió señalando que “trabaja para la región”. Ante su insistencia, el alcalde perdió los papeles y lo acusó de haberle pedido dinero: “como cuando tú me pides plata, sí, lo haces”. Dicha acusación fue negada por el periodista en el acto.
El Gobierno Regional de Tacna, mediante un comunicado oficial, lamentó “el accionar de la Municipalidad Provincial de Tacna, al impedir que los diversos medios de comunicación y el equipo de la Oficina de Relaciones Públicas de esta entidad puedan informar y dar cobertura de la ceremonia”.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú – ANP, protesta frente al actuar arbitrario y discriminador de la Municipalidad Provincial de Tacna, que ha restringido el trabajo de periodistas locales que se aproximaron al lugar donde se desarrollaba un acto de interés público.
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