El comunicador, conocido por su estilo incisivo de informar y su forma desenfadada de expresar sus opiniones, recibió el impacto de tres disparos alrededor de las 5:20 de la mañana. Dos sicarios lo interceptaron en la mototaxi en la que se desplazada a las instalaciones de radio Karibeña para dirigir su noticiero matutino.

La información recabada por la Oficina de los Derechos Humanos del Periodista (OFIP) de la ANP, señala que Celis López era blanco constante de amenazas debido a su forma de hacer periodismo, razón por la que demandamos se priorice el móvil profesional en las investigaciones.

Desde la ANP denunciamos que este crimen no es un hecho aislado, sino parte de la escalada de agresiones que buscan silenciar voces críticas y desalentar el ejercicio de un periodismo crítico. Este lamentable episodio se suma al asesinato del comunicador social Gastón Medina en Ica en enero último, lo que despierta las alarmas sobre la situación de la libertad de prensa. Tras 8 años sin registrar crímenes contra periodistas, en los primeros cinco meses del año ya se han sucedido estos dos hechos fatídicos.

Desde la ANP, como organización que representa a los trabajadores y trabajadoras de prensa a nivel nacional, hacemos un llamado público a la Policía Nacional del Perú (PNP) y al Ministerio Público para un actuar con celeridad en la investigación de este crimen. Requerimos resultados inmediatos que permitan individualizar responsabilidades y condenar ejemplarmente a los autores intelectuales y materiales de este hecho que enluta, una vez más, al periodismo nacional.

Quienes han ordenado asesinar al colega Célis López quieren mandar un mensaje contundente a la prensa crítica. Por ello, es urgente garantizar justicia en este caso, de igual forma que en el homicidio del comunicador Gastón Medina.

El asesinato de un periodista es un ataque directo a la libertad de expresión, a la democracia y al derecho de la sociedad a estar informada.